Cosmología Maya
“Nosotros conocemos acerca de la coherencia e integridad de los antiguos
Mayas mucho antes de comenzar a trabajar en este libro. Nuestros propios
estudios y más de un siglo de investigación da testimonio de la total
homogeneidad del arte Maya, escritura y simbolismo a través del completo
período Clásico. No obstante, nos sorprendió que cada elemento de la
cosmología Maya, no importa donde empezáramos, nos dirigía hacia unos
pocos temas centrales: la creación del cosmos;
el ordenamiento del
mundo de la gente y los dioses y antepasados al Otro Mundo; el triunfo de
los humanos ancestrales sobre las fuerzas de la muerte, debilitamiento y
muerte, a través de habilidad y hechicería; el milagro de la real
resurrección a consecuencia del sacrificio; y el origen del maíz como la
sustancia del cuerpo y alma Maya”, escribe David Freidel en el libro
Maya Cosmos[1]*,
el cual me propongo utilizar como marco de referencia para este capítulo.
La civilización Olmeca fue
antecesora de la Maya y por un período de varios siglos coexistieron
paralelamente. Freidel comenta: “Nosotros hemos encontrado que en
algunas situaciones, la estructura del credo ha descendido de los Olmecas,
con raíces que tienen tres mil años de antigüedad y quizás mucho más
antiguas”[2]
El culto de Kukulkán y de
Itzamná indican que los Mayas tenían el concepto de la existencia de un
solo gran dios y de las tríadas, por lo que no le fue difícil absorber
las creencias de los conquistadores cristianos: un solo Dios Omnipotente y
la Trinidad, ya que correspondían simbólicamente con sus creencias
ancestrales. Esto debe haber tenido mucho sentido para los Mayas, porque
ellos entendían y todavía entienden, la naturaleza cuádruple de la
divinidad, lo cual representan en sus altares y ritos. Cuando el shamán
efectúa sus rituales, el regenera el orden del cosmos y reúne los dos
mundos separados, el mundo humano y el Otro Mundo, al crear un portal .
Dentro
de ese espacio sagrado, él atrae y ata juntos los cuatro lados de el
mundo. Del centro, el trae y
ata juntos los cuatro dioses: la lluvia nutritiva, los protectores, y los
portadores de la carga en los contornos del mundo. Del centro él trae la
fuente de vida de su gente. A través del ahora abierto portal al Otro
Mundo (¿la luna, última fase de acuerdo a la creación del universo
desde el Absoluto formulada por Gurdjieff?), él envía maíz y otras
dulces y frescas cosas al otro lado, para que ellas puedan nutrir y honrar
a ambos, los dioses menores y el Dios Omnipotente. Este sagrado, universal
espacio que él crea, es el centro del cielo y el centro de la tierra. El
lo llama, “el hoyo sagrado (los antiguos mayas tienen otras palabras
para identificarlo, como el “Transformador Negro”,
“Serpiente-Hueso-Blanco”, y el yo,
“el corazón de”).[3]
Seguimos
recorriendo la información de Freidel y encontramos que Itzamná, la
antigua forma de Dios Omnipotente, también es encontrado en el mundo Maya
contemporáneo. La itz, la sagrada substancia del cielo, la cuál
fluye a través del portal representado por la plataforma colgante del
cielo en el altar del shamán (literalmente, “su sagrada substancia, el
cielo”), es el itz de itzamná. Itzam (literalmente,
“uno que hace itz”), es el término para denominar el shamán
la persona que abre el portal para traer itz al mundo ¿Pero que
es itz?. Para los Mayas son muchas cosas: la leche de un animal o
un humano;
la savia de un árbol, especialmente el copal, que la resina es
usada como incienso; es el sudor de un cuerpo humano, lágrimas de un ojo
humano, la derretida cera goteando hacia abajo por el lado de la vela, el
óxido en el metal. Estas substancias son segregadas de varias clases de
objetos. Algunos de ellos, como la leche, la resina del árbol, y la cera
de la vela, son considerados substancias preciosas que sustentan a los
Dioses.” [4] Todo lo anterior parece estar hablando del DNA, la sangre y
las secreciones de las glándulas del cuerpo humano, producidas por la itz,
la sagrada sustancia del cielo (¿alguna relación con la contraparte de
“U” (uracilo) en la cadena molecular del DNA? ).
Quiero
llamar la atención de la importancia que los mayas le dan a los espejos.
Veamos que dice Freidel al respecto, cuando habla de las cruces. “
‘Esas cruces Mayas’ tienen la misma básica forma o figura y fueron
tan elaboradamente decoradas, como las que adornan los altares de las
grandes iglesias Europeas. La talladura de esos antiguos árboles (de la
creación) están delimitados con espejos reflectores (énfasis
agregado por mí) y usan collares de jade y taparrabo como si fueran seres
humanos.”[5]
Aquí
cabe recordar lo que dice Gurdjieff en la descripción de la teoría de la
creación del universo, que las vibraciones que dimanan del Absoluto, no
todas llegan a la tierra directamente y algunas son recibidas,
precisamente las que originan vida, por reflejo de los otros
planetas de nuestra galaxia. ¿Casualidad o causalidad?. |