Cosmología Maya (8)  

                  Según miraba la pantalla de la computadora, todo coincidía. Géminis tenían que ser los pécaris copulando y Orión la tortuga. Las tres estrellas en el fondo de la orla de Bonampak estaban situadas en el lugar exacto señalado para el cinturón de Orión. Pero más importante, el Dios Maíz (¿la comida que sustenta los habitantes de la tierra?) fue recreado del fracturado caparazón de una tortuga, y tenemos un texto que dice que la primera imagen de la tortuga fue vista a la Creación. Las dos figuras antropomórficas entre los pécaris y la tortuga, tenían que ser la personificación de Saturno y Marte. Y ya nosotros sabíamos de muchos ejemplos de otros planetas, tales como Venus y Júpiter, que fueron representados por figuras antropomórficas. Parecía que aquí teníamos dos más. No fue hasta mucho más tarde que encontré que Agosto 6, la fecha del pasaje del cenit en Bonampak, era solamente siete días antes del día de la Creación en Agosto 13.

                Y sigue contando Linda: “Matt Looper me proveyó la confirmación al llamar mi atención a una figura del Códice de Madrid, otro de los cuatro libros Mayas. El muestra una tortuga con un triángulo de piedras en su espalda. La tortuga en el códice es mostrada suspendida por cordones atándola a la banda del cielo, porque Orión cuelga bajo la ecléctica. Claramente Orión fue la tortuga de donde el Dios Maíz se alzó en su resurrección. La Vía Láctea alzándose sobre la tortuga, tenía que ser el Dios Maíz apareciendo en sus tres formas, como él hace en la Tableta de la Cruz Foliada de Palenque (revisar la tabla de Hidrogeno de Gurdjieff para la primera tríada). Realmente, la imagen de la primera tortuga en el cielo.”

                Por el resto de su intervención en este capítulo segundo, Linda continúa informándonos de sus sorprendentes descubrimientos, que la llevan a ir encadenando hechos y figuras hasta tener una bien fundada historia de la Creación.

                Igual que al inicio, quiero cerrar la utilización del libro Maya Cosmos, con las propias palabras de Linda Schele sobre sus investigaciones acerca de la Creación:

                “Este período ha sido el más excitante e intensivo tiempo de mi vida intelectual. Durante él he visto todos los símbolos mayores de la cosmología Maya, tejidos conjuntamente en un coherente y eminentemente lógico patrón, que es, en esencia, un mapa del cielo. Ese primer descubrimiento de Escorpión, se absorbió todo lo que conocía acerca de los Mayas como los “Transformadores Negros” y lo escupí cambiado. Y lo más de todo, mis amigos y yo afirmamos en poderosos y dramáticos términos, que esta historia de la Creación, es todavía significativa para el moderno Maya de hoy. Creación y recreación estuvieron y están en el corazón del Maya”.[11]