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Cosmología Maya (9)
En
la Navidad de 1994, buscando un regalo para una amiga antropóloga,
encontré el libro Maya Cosmos y al leer su cubierta me resultó sumamente
interesante y un regalo apropiado para la persona a quien iba a ser
destinado. En los días que estuvo en mi poder el libro, antes de regalárselo
a mi amiga, me puse a ojearlo y encontré que habían cosas que guardaban
relación con las “leyes de tres y octavas” y la homología de estas
con las de la Biología Molecular, o sea, el DNA, sobre las que venía
haciendo investigaciones. Pensé (y continuo pensando) que ese libro me
podría llevar a entender mejor la civilización Maya, que era lo que
estaba estudiando en esos momentos, y esto, conducirme a encontrar el
origen del hombre de las civilizaciones de esta era que estamos viviendo.
Presentía (hoy ese presentimiento es más fuerte) que en ese libro había
algo que me iba a proporcionar las respuestas a lo que yo estaba buscando,
por lo que decidí que en mi próximo viaje a Miami compraría un tomo
para mí.
De
las pocas páginas que pude leer del primer tomo, la mención de Linda
sobre el “ombligo del mundo” me
creó una gran curiosidad por descubrir donde ese centro estaría situado.
Más adelante comentaré los resultados de mi encuentro con el libro Maya
Cosmos y de mis investigaciones para localizar ese sitio.
En
la pagina 42, Freidel introduce un mapa para mostrar la extensión y la
unidad del territorio Maya. A continuación voy a contar algo que me
sucedió, que guarda relación con ese mapa y las investigaciones y
conclusiones de Linda, en relación con la geografía y cosmología del
territorio Maya.
Hace
pocos años, en un mapa turístico del Mundo Maya en la revista Yucatán
Today, al observarlo detenidamente algo llamó mi atención. Las
atracciones turísticas están diferenciadas por rangos, o sea, las más
importantes por un pequeño triángulo que indica “pirámides” y otras
solo por el nombre. A vista me lució que habían algunas, en que las
distancias entre ellas guardaban simetría,
que daban lugar a la formación de triángulos de distintas dimensiones.
Tomé una regla y comencé a hacer trazos y unir las que aproximadamente
se mantenían, más o menos, a la misma distancia, lo que resultó en una
enorme cantidad de triángulos y un gran triángulo que su base es mayor
que sus otras dos aristas. Este triángulo está formado por los puntos señalados
en el mapa como: Comalcalco (muy cerca de La Venta), Tazumal en Guatemala
y Ek Balan. Dentro de ese gran triángulo se pueden formar una infinidad
de triángulos, unos equiláteros y otros no, pero siempre es posible
encontrar una tríada. Yo tracé tantas líneas uniendo sitios, que ahora
se hace muy confuso identificar los vértices de los triángulos. Esto
sucedió antes de leer el libro Maya Cosmos. Más tarde, al leerlo, me fue
más fácil interpretarlo y comprender los resultados de las
investigaciones de Linda Schele.
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