POSIBILIDAD DE LO IMPOSIBLE  (3) 

                Para aquellos que así piensen, nunca llegaran a conocer de donde llegaron y quienes fueron los Olmecas. A través de la “historia arqueológica”, podremos leer, al menos parte de la historia de aquella “inteligencia” que ha estado en este planeta durante miles de años, preparando el terreno con “avanzadas” que comenzaron en la primera de sus tres fases finales, en el año 1314 a.C. aproximadamente (3113 a.C. según Soustelle) de acuerdo a nuestro sistema calendárico, aunque no necesariamente con respecto a la edad cósmica. Es posible que ajustando al máximo el calendario maya y la rotación de la Tierra, la fecha correcta sea 3110 años antes de nuestra era, o quizás 3100 a. C. Según podemos ver a través del desarrollo de la civilización Olmeca, cambios importantes se producían aproximadamente cada mil años. Sería interesante conocer el mapa cosmológico del 3ll4 a.C. y comprobar en que fechas posteriores se repite la misma posición astral, para ver si esos períodos pudieran determinarse más precisos, y ver si coinciden con la historia que hemos podido establecer. Linda Schele utilizó este método y logró comprobar su teoría, que todo lo construido por los mayas, toda su mitología, correspondía con la posición de los astros en un determinado momento y resultó ser cierto, coincidía con el 3114 a. C.

                 El descubrimiento por Stirling en Enero de 1939 de la Estela  C en el sitio de San Lorenzo, donde también se había descubierto la primera cabeza colosal, añadió sustancia a la ya establecida hipótesis de una civilización anterior a la maya, aún no comprobada, solo basada en las comparaciones y acercamientos durante esa década, entre monumentos y objetos que formaban parte de diversas colecciones. La Esta Estela C que se había roto en dos partes, la parte superior, encontrada por Stirling, tenía una inscripción que él interpretó como una inscripción de “Cuenta larga” correspondiente a 3l a.C. Pruebas de carbono 14 realizadas en 1957, comprueban que corresponde con la época del cimiento y florecimiento de la civilización Olmeca. Luego entonces, no es inverosímil suponer que se trata de una profecía de algo que sucederá años después.

                Hoy es un hecho conocido y probado; que el sitio de Tres Zapotes estuvo ocupado por hombres civilizados durante largos períodos; ciertos monumentos son de estilo puramente Olmeca y otros como el monumento C, especie de cofre de piedra grabada, que su decorado evoca el estilo de Izapa, civilización protoclásica del sur de México. Izapa, parece haber desempeñado el papel de una fase intermedia entre Olmecas y mayas. Más adelante,  comentaremos sobre la importancia en la mitología maya de Itzamnán. Por el momento solo deseo dejar establecido que la fecha 31 a. C. grabada en la Estela C, parece ser correcta. y fue inscrita muchos cientos de años antes de esa fecha.

                La Venta parece haber sido el verdadero hogar de la civilización Olmeca. Aquí a través de su existencia misma podemos entender su historia. Aunque se descubrieron en este sitio cuatro cabezas colosales, sus estatuas, del más puro arte, marcan un cambio en su estilo, representando al hombre actual en muchas de ellas. En este capítulo, solo haré referencia a aquellas en las que encuentro un significado probable, dentro del contexto que vengo desarrollando.

                El Altar núm. 5, llamado “Altar de los Quíntuples” está cubierto de bajorrelieves que representan a cinco “bebes”. ¿Porque insistimos en denominar este monumento “altar”, cuando nada demuestra que los Olmecas practicaban ningún culto religioso? Nada ha aparecido que se pueda asociar con ritual, entonces menos, podemos asumir de erigir altares. Si estudiamos detenidamente sus bajorrelieves, encontramos que representa la mitología maya del mundo, con sus cuatro lados que sostienen el techo del cielo y uno central, el “ombligo del mundo”. Desde esa perspectiva, el monumento representa cuatro de las más antiguas civilizaciones que tuvieron origen alrededor de los años 2000 a.C., o sea, la egipcia, la china, la polinesia y la africana. Los “bebes” representan su nacimiento y los adultos, sus padres que las crearon. El quinto elemento, que se encuentra al frente, del más puro arte por lo tanto de máxima importancia, el “bebe” está, en contraste con los otros cuatro, en una clara exposición de un niño muerto o sacrificado. Esta representación se repite en el arte Olmeca, siempre de una forma reverente, como de un niño especial, pero siempre en la misma forma, muerto o sacrificado. ¿Su inspiración será que ese “bebe” fuera el hijo y heredero del jefe supremo Olmeca, que pereció en la guerra que tuvo lugar en Tres Zapotes?  Si podemos considerar esta representación  como el quinto elemento que eleva el techo del cielo, el ombligo del mundo, según la mitología maya,  ¿donde está situado éste?