EL ORIGEN DE LAS ESPECIES   

                 En este capítulo no voy a referirme específicamente al Origen de las Especies de Charles Darwin, más bien, a la introducción de Julián Huxley en su libro The origen of species, with a special introduction by Julian Huxley.[1]*  La teoría de Darwin es ampliamente conocida y a los fines de este trabajo resultaría sumamente extenso comentar sobre ella, en su integridad. Solamente voy a referirme, y reproducir, algunos párrafos introducidos por Huxley bajo el título Introduction to the Mentor edition[2] (Introducción a la edición de Mentor), que concuerdan con el tema que estoy exponiendo.

 

     Hay varias razones para estas citas. Primero: la fecha en que estas teorías de Darwin fueron expuestas y  la de los comentarios a esas teorías por Julián Huxley. Segundo: a los paralelos con las teorías de Gurdjieff comentadas en el Capítulo I, y tercero: por la analogía entre Darwin y yo, en cuanto a las investigaciones respectivas y a su exposición, no en cuanto a inteligencia.

 

                En su introducción, Huxley comenta que esta nueva edición de El origen de las especies, (c1958) aparece durante el centenario del artículo conjunto presentado por Darwin y Wallace en la Linnean Society en Julio 1, 1858 (de este párrafo deduzco la fecha de su publicación como  1958). El descubrimiento independiente de Alfredo Russel Wallace del “Principio de selección natural”,  fue la “bomba” que estimuló a Darwin a publicar su libro. Él estaba convencido de la evolución de las especies por sus experiencias en el barco Beagle y había estado colectando hechos sobre el tema desde 1837, o sea, alrededor de 21 años. (Yo he estado haciendo lo mismo desde 1974, alrededor de 26 años, cuando comencé con la idea que el cáncer era ocasionado por un proceso biológico-genético y por lo tanto era curable). Pero su cautela  y su temperamento casi tímido, lo detenía a publicar sus conclusiones, cuya aceptación, él supuso podrían significar una revolución en el pensamiento científico y general, hasta que él pudiera soportarla con hechos adecuados (otro paralelismo entre ambos).  No fue hasta 1842, cinco años después, que se permitió un breve abstracto de su teoría, de treinta y dos páginas. (En mi caso, fue a finales de los años 70s, aproximadamente 5 años después, también, cuando mis ideas estaban todavía my confusas, que me atreví, por primera vez, a hablar de ello con mi amigo el Dr. Críspulo Barba, médico-psiquíatra-parasicólogo.

 

                Dos años más tarde (Darwin) lo aumentó a un “Ensayo” de 230 páginas, el cuál es en realidad el primer borrador del Origen de las especies, que solamente mostró a Ley y Hooker (sic) y tuvo correspondencia acerca de sus conclusiones con Asa Gray. En mi caso, también fue tres o cuatro años más tarde (principio de los 80s), cuando tenía las ideas un poco más claras,  que lo comenté con el médico de la familia y amigo, Dr. Jorge Rivera Fernández (q.e.p.d.)