EL ORIGEN DE LAS ESPECIES (2)     

                  Por los siguientes 15 años, Darwin fue elaborando sus ideas y colectando hechos en soporte de ellas,  con vista a publicar un verdadero y convincente trabajo “-un libro muy grande-”, “tan perfecto como pueda hacerlo”[3]. Yo he esperado más o menos por el mismo tiempo, por las mismas razones, hasta Febrero 20 del año 2000, en que decidí  poner por escrito  el resultado de mis estudios e investigaciones, aunque no tenga todos los elementos para confirmar hipótesis. Con más facilidad y en menos tiempo, la comunidad científica puede llegar a conclusiones. A ella le propongo, encontrar lo que tienen de valor, si existe alguno, mis teorías. Demorarlo por más tiempo por mi parte, quizás pudiera significar la vida o muerte de muchos seres humanos.

                             Si no hubiera sido por el momento de inspiración  de Wallace en Ternate, cuando la idea de la selección natural “relampagueó en su cerebro estimulado por la fiebre”,  Darwin pudiera haber continuado haciendo lo mismo por otros quince años y el resultante libro hubiera sido tan monumental, que hubiera sido imposible leerlo. (En esto también existen paralelos, no en las causas pero sí en los efectos).   

                             En el libro El origen de las especies Darwin convincentemente demuestra el hecho de la evolución: él provee un basto y bien escogido cuerpo de evidencias mostrando que animales y plantas existentes no pueden haber sido creadas en sus presentes formas separadamente, sino que tienen que haber evolucionado de formas anteriores por una lenta transformación. Por otra parte, la teoría de selección natural que el libro tan completa y lucidamente expone, provee un mecanismo por el cual, tal transformación pudo y debió automáticamente ser producido.

                             Darwin supuso que la evolución debe ser un fenómeno universal. Diferentes especies pueden ser producidas por evolución de un común antepasado. Con el correr del tiempo, las mismas deben formar diferentes familias, ordenes, clases y la diversidad de vida en general: todos los organismos vivos deben estar relacionados a través de su común descendencia de algún simple grupo original. Además, puesto que todos los organismos varían y todos se reproducen en grandes cantidades que pueden sobrevivir, siempre habrá una competencia entre las variedades; en otras palabras, al principio de selección natural también puede aplicársele el concepto de la universalidad