BIOLOGIA MOLECULAR. EL DNA (4) El
voluminoso libro The eighth day of creation consta de 686 páginas,
50 de ellas solamente dedicadas a notas. En sus capítulos 2 “DNA, tu
sabes, es oro de Midas. Todo el que la toca se vuelve loco”[8]
y
3 “Entonces ellos le preguntan a usted, ‘Cuál es el significado de
DNA para la humanidad, Dr. Watson’.[9],
Judson dedica 150 páginas a describir el período de investigación en el
que interviene Rosalind Franklin. Es un informe cronológico, rico en
detalles, pero es significante como destaca la labor personal de Franklin,
casi en una forma biográfica. Para los relacionados con la ciencia de la
biología, y en particular de la biología molecular, el nombre de
Rosalind Franklin es bien conocido, así como su historia en el campo de
la ciencia biológica-nuclear. Para los que no, conocer los méritos de
esta mujer es una agradable lectura, por los rasgos humanos y
acontecimientos que ocurrieron en su corta vida. Para todos es un ejemplo
de tenacidad e ideales, su lucha contra los “molinos de viento” de su
época.
La inclusión de todo esta información en este trabajo, tiene por
objeto mostrar la similitud que tiene el desarrollo del DNA con la ley de
tres y ley de octavas de Gurdjieff a que se refiere el capítulo I, como
mostraré a continuación:
De las siete octavas de la creación, según Gurdjieff, tomaremos
las últimas cuatro, o sea, la
cuarta, quinta, sexta y
séptima, que son las que corresponden a nuestro plano en el universo,
comenzando con el sol. Para mayor claridad en la comparación, las
separaremos mostrando los mismos pasos de su evolución. Cuarta Octava:
Esta octava está compuesta de vibraciones provenientes del
Absoluto que dan origen al sol alrededor
del cuál giran los planetas, entre los que se encuentra nuestro planeta
tierra.
Quinta octava:
Al recibirse en nuestro planeta las vibraciones, unas directamente del
sol y otras por reflejo de los otros planetas que componen nuestro sistema
solar, esas vibraciones se convierten en sustancias, dando origen a vida
orgánica.
En este paso recordemos que el “intervalo” entre do y si, es de la
voluntad del Absoluto, que se manifiesta a través de esas dos notas y que
es la energía que contiene la célula. La cadena
molecular A T G C U
necesita un conductor que sería la hélice. |