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BIOLOGIA
MOLECULAR. EL DNA (6)
Yo recuerdo en los primeros
tiempos en que empecé a interesarme en la Biología Genética, haber leído,
sin hoy poder precisar donde, que antiguamente el componente U tenía su
contraparte; que era un componente cósmico, que con el tiempo fue
desapareciendo de la percepción en este plano. Si esto fuera cierto, y
ese componente es conocido, como yo recuerdo lo era, podrían deducirse un
sinfín de cosas, conociendo sus propiedades y los efectos beneficiosos o
dañinos que pueda tener en el humano. Quizás sea la causa de muchas
enfermedades de las que aun no tenemos explicación, debido a razones ecológicas,
al no permitir a esa sustancia penetrar nuestra atmósfera.
Si los órganos de los cuatro
primeros sistemas arriba enumerados, son formados por reacciones químicas
ocasionadas por las paridades A-C, T-G, G-T y
C-A, las que continúan a través de
la cadena genética conducida por la sangre, el componente atómico
denominado U, como yo presumo, daría lugar al sistema reproductivo
incluyendo los órganos genitales, y el sistema linfático. Quizás esto
pueda explicar, entre otras cosas, el mecanismo que hace que la población
mundial se mantenga equilibrada entre los géneros masculino y femenino.
Ya sabemos que todas las células
contienen su propia energía, a la que llamamos su “inteligencia”, que
se presenta a través de toda la evolución, incluyendo los genes. Pero
esas no son todas las energías que componen nuestro ente fisiológico.
Hay otras energías que no son perceptibles en nuestro plano, pero que si
podemos medir y por lo tanto afirmar su existencia. Estas energías se
manifiestan en distintas partes del cuerpo humano dando lugar a nuestro
perfil psicológico y ellas son:
1.- Energía espiritual, en el cerebelo. (Energía positiva (+)
2.- Emocional, en el llamado plexo solar. (Energía neutral (o)
3.- Sexual, en los órganos genitales. Energía negativa (-)
Al igual que los otros
conductores de energía como la hélice y la sangre,
que forman parte de la combinación “do-intervalo-si”, a esta tríada
que desciende directamente del Absoluto, le asignaremos los calificativos
“positiva, “negativa” y “neutralizadora”, haciendo la observación, que aunque
son energías, son de distinta intensidad y calidad, ya que en la primera
el sentido es “direccional” y en esta otra es “calificativa”. En
estas tres últimas, se aplicarían las siguientes definiciones: la
positiva a la energía espiritual, la negativa a la sexual y la
neutralizadora a la emocional. Cabe aclarar que estas definiciones son de
carácter demostrativo y que las denominaciones “positivo” y
“negativo” no se refieren, en lo espiritual, a un sentimiento
religioso determinado, o en lo sexual, a lo conocido como moral. Estas
tres energías, tríadas de la Ley de tres, descienden directamente por el
rayo de la creación y son recibidas por el humano, directamente del sol.
Como explicado anteriormente,
este trabajo no es una ponencia sobre
teorías esotéricas ni de Biología Nuclear; son sólo exposiciones sobre
teorías, leyes y conocimientos, interpretadas desde distintos puntos de
vista, pero, que resultan concurrentes en su desarrollo y objetivos, que
me servirán de base teórica al momento de formular mis conclusiones
sobre el origen de la civilización Olmeca, objeto de este trabajo.
En el siguiente capítulo
seguiremos mostrando el desarrollo biológico, de acuerdo a las teorías
de Darwin, hasta llegar al humano actual, que es el mismo Homo sapiens que
surgió hace cuarenta mil años aproximadamente.
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