POSIBILIDAD DE LO IMPOSIBLE  (4) 

                  A principios de 1995, mirando un mapamundi que está inserto en mi libreta de direcciones, observé que dada la configuración que tienen los continentes, había una gran masa de agua en la porción sur que separa Africa y Sur América. Desde esa perspectiva y siendo el centro 0 grados, el centro del mundo corresponde a la parte más occidental de Africa, la Península Ibérica, una pequeñísima parte de Francia, y el sur de Inglaterra. Este centro, desde el punto de vista antropológico, no tenía mucho sentido. Me interesó ver el mundo desde otra perspectiva.

                Si cortara el Continente Asiático y pasara una parte hacia el oeste, quedando el Continente Americano en el centro, ¿que sucedería? Desde esa imaginada perspectiva, el centro del mundo territorial debía estar localizado aproximadamente en los 100 grados de longitud oeste, atravesando casi justamente por el mismo centro, las regiones de Canadá, Estados Unidos y México. Esto me lució muy interesante, pero como no tenía más puntos de referencia que los que resultaban objetivos y estar en esos momentos enfrascado en la preparación de mi informe sobre el estudio de una comunidad rural, como parte de la materia Etnografía del área Maya, todo quedó en ese momento como producto de la curiosidad. Sin embargo, no podía substraerme completamente de este tema y a menudo dedicaba algún tiempo a estudiar el mapa.