Cosmología Maya (5)
Esto
es donde ellos estaban, cuando lo profundo de los significados escondidos
en estos eventos, rápidamente empezaron a revelárseles por sí mismos.
Como la mayoría de ellos se desenvolvieron en Austin, Freidel deja que
Linda cuente la historia a través de sus propias palabras.”[9]
Bajo el subtítulo de Linda’s
encounter with creation (El encuentro de Linda con la Creación)[10],
ella cuenta la historia de su encuentro, como sigue:
“La
llave del desarrollo de la Creación le fue dada a David Freidel en el
lobby de un hotel en Chicago, durante la Reunión Antropológica Americana
en Noviembre 1991. Después de las sesiones que David había organizado
habían terminado por la mañana, él se detuvo por un rato hablando con
Bruce Love, un epigrafista de la Universidad de California en Riverside.
Bruce justo mencionó de pasada, que un escorpión apareció entre la
constelación zodiacal representada en el Códice de París, uno de los
cuatro libros Maya sobrevivientes de los tiempos Precolombinos.
David
inmediatamente recordó que la vasija con el portador de la cerbatana,
muestra un escorpión en la base del árbol Wakah-Chan. Quizás, él pensó,
este escorpión representaba la misma constelación como el del Códice de
París. Cuando el trató esta idea conmigo (Linda), yo la resistí
obstinadamente y en tono vociferante. Durante conversaciones telefónicas
regulares que mantuvimos mientras estábamos escribiendo este libro, nos
habíamos mantenido discutiendo acerca de la naturaleza de norte y sur en
el pensamiento Maya Clásico. David argumentaba por el ampliamente
mantenido punto de vista, que norte era concebido como “arriba” y
asociado con el cenit, mientras que sur era “abajo” y conectado con el nadir. Si la cabeza del Arbol del Mundo
atraviesa la espiga norte del cielo, el preguntó, ¿no podría el escorpión
estar opuesto en el sur? Si, le repliqué, (cuenta Linda) rememorando la
imagen de el Escorpión balanceándose sobre las montañas sur del Grupo
de la Cruz en Palenque.
Esta
idea creció en mi pensamiento (continúa diciendo Linda), a través del
siguiente mes, suficiente para que la presentara en una pequeña
conferencia a la que asistimos en San Juan, Puerto Rico, en Enero 1992.
Allí revisé mi pasada posición y dije de la antigua concepción Maya:
que el cielo era un túnel cruzando del eje norte polar al Escorpión en
el sur. Cuando regresé a Austin poco tiempo después, tenía que poner
los toques finales en un artículo sobre cosmología Maya que había
escrito para mi amigo Nikolai Grube para una exhibición que estaba
curando en Alemania. Cuando trabajaba, palabras de otro amigo que había
estado en la conferencia de San Juan, Johannes Wilbert, el gran etnógrafo
de el Warao de Venezuela, vinieron de regreso a mi memoria. El siempre me
había advertido mirar a la naturaleza como la fuente de simbolismo mitológico.
Al último minuto, decidí seguir su consejo y mirar a un mapa del cielo.
Yo deseaba encontrar como lucía cuando Escorpión está opuesto a la
Estrella del Norte.
Busqué
a través de mis libreros y encontré un libro de mapas de estrellas,
Stars and Planets (Estrellas y Planetas) de Menzel. Desafortunadamente,
este libro tenía impresas las vistas del cielo sur y norte en dos páginas
separadas, así que tuve que encontrar algún papel de traza y colocarlo
sobre la página mostrando el cielo del norte. Lo dibujé y entonces cambié
el papel a la página del sur, y uní ambos lados del cielo completo.
Dibuje Escorpión y la Estrella del Norte y entonces miré el resultado.
Mi corazón saltó dentro de mi boca. Ahí estaba. La Vía Láctea se
estiraba sur a norte de Escorpión, pasando la Estrella del Norte. El
Wakah-Chan era la Vía Láctea. |